Posteado 12 de Julio de 2012
Foto: Roberto Pasini / Kalamun en Flickr.
La noche de este miércoles nos enteramos, por un comunicado del
Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), que México había firmado
en Japón el ACTA (Acuerdo Comercial contra la Falsificación), lo que, en principio
y en papel, es una gran noticia para todos los creadores y empresarios.
En teoría, con este Acuerdo, México atacará de frente a la piratería,
actividad ilícita que deja pérdidas millonarias a nuestra economía. Todos los
que de alguna manera somos creadores, hemos sido “pirateados” y con esta ley,
podríamos dormir más tranquilos.
Y México no fue el único en firmar (vía su embajador en Japón, Claude
Heller), sino que se sumó a países como Australia, Canadá, Corea, Estados
Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda y Singapur.
Para los que sólo se dejan guiar por el comunicado, ACTA es una
auténtica maravilla, pues protegerá la propiedad intelectual y luchará contra
la falsificación de marcas y piratería (desde prendas de vestir, calzado,
música, películas, en fin, todo lo que se pueda copiar).
Para los más de 40 millones de usuarios de Internet en México, ACTA es
una auténtica amenaza a las libertades y derechos humanos. Es por ello que hace
una semana (el 4 de julio) el Parlamento Europeo rechazó (478 votos en contra y
sólo 39 a favor -165 abstenciones-) el Acuerdo.
Y no es para menos, pues ACTA atenta contra la privacidad de los
consumidores y el Derecho a la Libertad de Información. Cofetel y el Senado de
la República ya habían rechazado el Acuerdo, tras escuchar los argumentos de
los propios usuarios mexicanos, sin embargo, eso de nada le valió al gobierno
de Felipe Calderón, y la firma ya está en el papel.
Trataré de explicar los porqués. Para ACTA, hacer una copia de un texto
y compartirla en un correo electrónico, algún blog o de cualquier manera, es
una falsificación. Por ejemplo, si en Twitter decides poner párrafos completos
de una canción, estarás violando el ACTA.
Ningún organismo debería de enterarse, pero con la firma del Acuerdo,
estarás sometido a una estricta vigilancia, tanto de las redes sociales, como
de la información que compartes en correos electrónicos, los sitios que visitas
o a los que se relacionan algunas páginas. Incluso podrán solicitarle a tu
prestador de servicios de Internet, que se bloquee la banda ancha si envias o
recibes paquetes de archivo con derecho de autor. Adiós a mandar una canción en
mp3 a la novia.
Por ello el Congreso ya había mostrado su rechazo a la ley y exhortaba a
la Presidencia de Calderón a que no firmara el acuerdo: “Resulta peligroso que
en dicho acuerdo se considere delito la transmisión por Internet de documentos,
fragmentos de libros o de canciones (…) se estaría criminalizando a los
usuarios de la red, para muchos de los cuales es un medio de intercambio,
recreación y de aprendizaje”.
Esto no tiene nada que ver con pirateria. Los grandes piratas de nuestro
país se desenvuelven a sus anchas en las calles. Miles de películas y discos
son vendidos todos los días en la cara de las autoridades (lo vemos en cada
estación de Metro, parabús o esquina) y dudo mucho que les importe quedarse sin
conexión a Internet.
Bolsas, ropa, zapatos y cualquier artículo pirata son vendidos en las
mismas calles de nuestro país donde los policias se detienen a comprar
refrescos o tacos. Y a quienes se perseguirá es a quienes mandan una página de
un libro que no salío a la venta en un lejano poblado del desierto de
Chihuahua, por ejemplo.
Esperemos que las autoridades locales rechacen, de todas las formas
posibles, esta ley que coartará los derechos de los mexicanos, a estar
informados. El Senado deberá votar, en unas semanas, para su entrada en vigor,
o su rechazo.
Por supuesto que apoyo que se luche contra la pirateria. Debe hacerse de
inmediato y con todo el peso de la ley. Ya basta que se ataque a la industria de
esa manera y frente a los ojos de la autoridad. Pero no por ello deben ser
perseguidos los usuarios que únicamente pretenden compartir el conocimiento.
Seguiremos de cerca las acciones que se tomen y trataremos de
comunicarlas de inmediato; lo cierto es que, ya de salida, el gobierno de
Felipe Calderón, sigue dando de que hablar.
Víctor Galván Juárez es egresado de la Escuela de Periodismo
Carlos Septién García. Ha colaborado y trabajado en diversos medios impresos y
electrónicos de México y Latinoamérica. Es nuestro Editor de Comunidad y Social
Media.
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